Los Batallones

Yacimiento del Cerro de los Batallones

Los Batallones es un cerro testigo,  un cerro aislado en una zona llana. Se trata de un relieve residual esculpido por la erosión. Es un testimonio de la evolución y retroceso de un relieve de plataforma o en cuesta. Al aumentar la erosión producida por los ríos en las capas blandas se van formando colinas, y si la altiplanicie es atacada por la erosión por todos lados aparecen los cerros testigo con las cumbres planas. Es, pues, un «testigo» de la plataforma que existió en ese lugar hace millones de años. Está ubicado en el término municipal de Torrejón de Velasco, a escasos 10 km del casco urbano de Pinto.

Revista-MNCN

El descubrimiento del primer yacimiento se produjo en 1991 como consecuencia de las prospecciones de sepiolita que la empresa TOLSA realizaba en el Cerro de los Batallones. La sepiolita es una especie de arcilla que se utiliza, entre otros fines, para las camas de perros y gatos, gracias a su poder absorbente. Aunque en un principio se intentó ocultar la aparición de restos óseos, lo cierto es que después la empresa TOLSA ha colaborado activamente en las extracciones. Un equipo de paleontólogos del Departamento de Paleobiología del Museo Nacional de Ciencias Naturales (CSIC) se desplazó al lugar, recogió fósiles en los sedimentos extraídos por la maquinaria y procedió a localizar la capa fosilífera in situ, realizando una primera excavación paleontológica. Los primeros siete meses de excavación durante los años 1991 a 1993 confirmaron la existencia de una rica y compleja asociación de mamíferos, constituida mayoritariamente por carnívoros de todas las tallas.

Con la reactivación de la explotación de sepiolita a partir de 1999 se realizó un seguimiento paleontológico exhaustivo de la misma que continúa hasta hoy. Como consecuencia del mismo se han descubierto nuevos puntos fosilíferos (BAT-2 a BAT-10) que se unen a BAT-1 para dar lugar a una de las mayores concentraciones de yacimientos del Neógeno europeo y mundial. Durante el Neógeno (Que abarca unos 23 millones de años), los mamíferos y las aves se desarrollaron bastante. Tuvieron lugar algunos movimientos continentales, siendo el más significativo la conexión de América del Norte con América del Sur a finales del periodo. Además, durante el Neógeno el clima se enfrió, culminando en las glaciaciones del Cuaternario, y se produjo la aparición de los Homínidos.

recreacion-Batallones

Los yacimientos excavados se pueden dividir en dos tipos: los situados a una gran profundidad respecto al nivel actual del cerro (unos 6-7 metros) y los situados en superficie. Los primeros suelen tener una morfología campaniforme con gran abundancia de carnívoros, mientras que los segundos poseen forma de copa y presentan gran cantidad de herbívoros de gran tamaño, como pueden ser jirafas, mastodontes y rinocerontes.

El conjunto de yacimientos está declarado Bien de Interés Cultural en la categoría «Zona paleontológica» desde el 21 de agosto de 2001.

Desde el año 2000 las excavaciones que se realizan todos los veranos en el Cerro de los Batallones son llevadas a cabo por un equipo multidisciplinar de más de 30 investigadores, procedentes tanto del Museo Nacional de Ciencias Naturales (Consejo Superior de Investigaciones Científicas) como de diferentes universidades españolas (Complutense y Autónoma de Madrid, Zaragoza, Valencia y Salamanca), acompañados en ocasiones por investigadores de otras instituciones europeas (universidades de Utrecht, Liverpool y Poitiers y Museo de Historia Natural de Leiden). A todos ellos se unen cada año cerca de una cincuentena de estudiantes de Geología y Biología de la Universidad Complutense de Madrid y de la de Alcalá de Henares.

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El conjunto paleontológico de Cerro de los Batallones reúne numerosas singularidades: cerca de una decena de yacimientos localizados en estrecha vecindad geográfica, abundancia de restos fósiles, excelente estado de conservación, piezas en conexión anatómica, presencia de esqueletos completos incluidos los cráneos, etc… Pocos son los yacimientos de vertebrados terciarios que poseen todas estas características, lo cual convierte a este enclave en un punto de gran singularidad a nivel internacional.

Hace unos nueve millones de años, tigres de dientes de sable, mastodontes, cebras, tortugas , jirafas y una larga lista de animales cayeron en una trampa natural, y hoy están, excepcionalmente bien conservados, a disposición de los investigadores, en el yacimiento del Cerro de los Batallones, en el sur de la provincia de Madrid.

Quizá había agua o restos de animales allí dentro, y eso hacía que los carnívoros entraran a comerse la carroña. Luego se quedaban allí atrapados, tal vez en arenas movedizas o por otra razón. En todo caso, hace unos nueve millones de años tigres de dientes de sable, mastodontes, antepasados de las hienas y de los lobos, cebras, tortugas y jirafas, además de roedores y una larga lista de animales excepcionalmente bien conservados, cayeron en la trampa natural y quedaron a disposición de los investigadores de nuestra época.

Las estrellas de la colección son los tigres de dientes de sable

craneo-dientes-sableLa proporción entre herbívoros y carnívoros es, normalmente, de nueve veces más de los primeros, incluso en zonas de muchos carnívoros, como en el Serengueti, donde no hay más de un león por cada nueve grandes herbívoros. Así que en la mayoría de los yacimientos de mamíferos fósiles la proporción suele ser semejante.

En Batallones, sin embargo, más del 90% de los fósiles son de carnívoros, lo que convierte a este yacimiento en un caso único, excepcional, así que ni siquiera teníamos un modelo en el que fijarnos para explicar qué es lo que pasó

Una especie de cueva, un hoyo, una trampa natural es, probablemente, el origen de un osario tan particular. Allí se han encontrado muchos esqueletos casi completos y en conexión anatómica, con la cabeza, la columna vertebral y las extremidades colocadas de forma natural; además, se encuentran todos los elementos óseos de las diversas especies y no suelen estar rotos. Todo ello hace suponer a los paleontólogos que algún tipo de fractura del terreno funcionó como una trampa natural en la que los animales quedaban atrapados y atraían en su agonía a otros animales que a su vez quedaban atrapados retroalimentando la trampa mortal.

Junto a todos estos grandes mamíferos, gracias a las exhaustivas campañas de lavado-tamizado realizadas, también se han encontrado numerosos restos de pequeños mamíferos. Entre los roedores destacan por su abundancia los hámsters. También se han encontrado ratones, ardillas terrestres, lirones y castores. Dentro del grupo de los insectívoros se han encontrado erizos y musarañas.

También se han encontrado numerosos restos de aves, principalmente rapaces del grupo de los buitres, y una variada representación de reptiles y anfibios. Restos de peces han sido encontrados en algunos yacimientos.

Localizacion-Yacimientos

Fechas de los descubrimientos:

Batallones 1                       1991
Batallones 2, 3, y 4            2000
Batallones 5                       2001
Batallones 6                       2002
Batallones 7 y 8                 2004
Batallones 9                       2006
Batallones 10                     2007

Incógnitas

Aún quedan algunas incógnitas por resolver en Batallones. Por ejemplo, los paleontólogos consideran que estas trampas estuvieron abiertas muy poco tiempo, así que resulta difícil de explicar cómo es que hay tantos individuos en cada una de ellas. Se han encontrado en uno de los yacimientos restos de 18 tigres de la especie menor, algo muy raro si se tiene en cuenta que son animales territoriales y que cada uno ocupa, comparando con los leopardos actuales, un área de unos 6 kilómetros cuadrados. Todo ello hace que el yacimiento del Cerro de Batallones sea único en el mundo. Tiene un potencial científico de primera magnitud, además del cultural e incluso del turístico.

Fuentes: Museo Nacional de Ciencias Naturales

Periódico Centro Superior de Investigaciones Científicas